Reseña "La casa 758"

Krista perdió a su madre en un accidente de coche hace dos años y, desde entonces, su mundo se ha roto. Siguiendo una rutina inflexible que ella misma se ha impuesto, día tras día se acerca a la casa 758, el lugar donde vive el chico que provocó el accidente mortal. Krista no sabe por qué lo hace: ¿quiere hacerlo sufrir?, ¿necesita poner cara a su nombre?, ¿dar forma a su odio?

Pero la vida de Krista empieza a cambiar con la llegada a casa de su abuelo materno, un superviviente del Holocausto de origen búlgaro. Su testimonio logrará sacar a Krista de la apatía y le dará la fuerza que necesita para volver a empezar...

Un libro cortito pero cuya sinopsis había conseguido atraparme y necesitaba leer, ese es más o menos el resumen de cómo ha llegado a mis manos. Fue un intercambio que realicé con "Undestinocontigo", la administradora del blog "Retazos de una vida" y una de mis niñas del Whatsapp "Blogeros andaluces". Por la sinopsis me esperaba una cosa, pero al final ha resultado otra distinta aunque debo decir que el cambio ha sido por demás positivo y este libro me ha gustado más de lo que esperaba después de leer algunas reseñas.

La historia comienza con Krista, una chica de diecisiete años que intenta superar la muerte de su madre, acaecido dos años atrás en un accidente de coche. Se siente incomprendida y sola y más aún desde que su padre ha rehecho su vida y su novia se ha mudado a vivir con ellos. Siente que no encaja en esa nueva vida que su padre quiere imponer y se aleja de todos, cambiando su habitación por una tienda de campaña en el tejado del garaje. Vive obsesionada con el chico que provocó el accidente, así que va todos los días a su barrio y lo espera aparcada frente a la casa 758, que es donde vive, buscando ponerle cara y ver qué es de él después del hecho tan terrible que provocó, pero su padre no está dispuesto a que siga con esa actitud tan dañina y la obliga a hacerle compañía a su abuelo materno, que llega de viaje desde Venezuela para hacerse un chequeo médico. Krista aprenderá de su abuelo no solo a que hay personas que lo han pasado peor que ella, sino a mirar la vida de otra forma y sonreír por las cosas buenas que se nos presentan.

Con esta premisa, comencé la lectura de un libro que se aventuraba diferente a lo que había leído y no me equivoqué. Me ha parecido una trama sencilla pero única, donde lo que más destaco es el realismo de la historia y una protagonista tan humana que cualquiera podría identificarse con ella. No es la típica chica simpática y amable que está pasando un mal momento y todos hacen unión alrededor de ella. No, Krista es borde, distante y solitaria, intenta superar la muerte de su madre a su manera, poco a poco y cada día que pasa, aunque el dolor va remitiendo, la extraña y la necesita y no puede evitar sentir rabia e impotencia ante el hecho de que el chico que provocó el accidente esté en la calle a pesar de haber cumplido su condena, porque a pesar de todo, eso no hará que le devuelvan a su madre. Todo se complica cuando se obsesiona con ver la cara del que considera "culpable" y va todos los días a la calle donde vive, en la casa 758 de un barrio por demás humilde y de gente de pocos recursos.

Krista no vive de acuerdo a lo que se espera de ella, sino como cree de debe hacerlo. Le da igual que su padre piense que necesita retomar las visitas con el psicólogo y que necesita salir más. Le importa bien poco que sus compañeros de instituto no la entiendan y la hayan apartado un poco, habiendo sido en el pasado una de las chicas más populares y le da igual caerle bien a la novia de su padre y a sus hijos, a los que no soporta. Su único objetivo, es hacerle sentir aunque sea un poco de su dolor al culpable de todo, aunque eso suponga tener problemas hasta con la policía y con la madre del chico, quien la amenaza con llamar a la policía cada vez que se presenta allí. Hace cosas incomprensibles y que me resultaron poco veraces, como el incidente en la tienda de deportes donde trabaja un chico de su clase al que no había tenido muy en cuenta. Vale que está mal y que sufre por lo ocurrido, pero de ahí a volverte un principio de delincuente no, una cosa no justifica la otra.

La relación con su abuelo me pareció muy especial y emotiva. Apenas le conoce, ya que tras la mudanza de sus abuelos a Venezuela, las visitas se fueron espaciando hasta volverse inexistentes, pero se esfuerza por comprenderlo y absorbe todos los consejos que le brinda. No la presiona, no le impone nada, solo le cuenta su vida, sus horribles experiencias durante el Holocausto y cómo, de la noche a la mañana, perdió a toda su familia y tuvo que huir de su casa y de su país para no acabar como ellos. Es paciente con Krista y le enseña a que son los detalles lo que ayudan a las personas a superar los obstáculos y que debe agradecer el hecho de que siga viva. Me gustó mucho este personaje por que lo vi muy humano, pero el libro no se centra tanto en él como puede hacernos creer la sinopsis, ya que aparece muy avanzado el libro, aunque es decisivo para que la actitud de Krista cambie.

Lo que no he entendido muy bien y no me ha parecido muy relevante para la trama ha sido el romance. A veces no sabía que fin tenía y si era realmente necesario para el desarrollo del libro. Ha sido una especie de amor instantáneo que no me ha parecido creíble dentro del buen libro que considero que es. No puedes ver al chico un par de veces y comenzar a babear por él porque eso no se lo cree nadie. Si que después ella parece hacerse la dura y se distancian y es cuando parece que cobra más realismo, ya que van tanteándose el uno a otro antes de dar ningún paso, por recelo a un nuevo rechazo. Me gustó mucho esa especie de sub trama con la novia del padre. Una mujer divorciada y con dos hijos que hace todo lo posible por caerle bien, pero que también debe lidiar con su ex marido y en sacar tiempo de donde no tiene para estar con su pareja y sus hijos. Fue revelador que al final se diese cuenta de que se estaba alejando de ellos y pusiera remedio. El final fue más que predecible, pero muy emotivo y acorde con lo narrado. Te alegras de ver como, a pesar del dolor, todos consiguen dar un nuevo rumbo a sus vidas y tomar las riendas para intentar volver a la normalidad, dentro de las nuevas circunstancias.

La pluma de la autora me ha gustado bastante. Narrado en primera persona desde la perspectiva de Krista, nos va adentrando en su complejo mundo con una lenguaje sencillo, una narración sencilla y una forma de dar silueta a los pensamientos que engancha. No ha sido en ningún momento una lectura pesada y se lee muy rápido. Los capítulos son de poca extensión, lo que ayuda a su fluidez y lo curioso es que no están numerados. No tiene nada que ver con la trama, pero quiero destacar su bonita y reveladora portada, que me pareció más que acertada.

"La casa 758" es un libro con un claro mensaje de superación ante situaciones traumáticas, búsqueda de una mismo y aceptación de las circunstancias. Emotivo y muy real, te engancharás a sus páginas sin que puedas evitarlo.

¿Lo conocéis?

¿lo habéis leído?

¿qué os ha parecido?

Nos leemos ^^